El aprendiz de maratoniano

Historias sencillas de carreras

viernes, 12 de octubre de 2012

Mi otra crónica de la Maratón de Chicago


Hace un par de semanas andaba un poco preocupado por una calcificación que me ha salido en el talón izquierdo y que me producía dolor al correr. Estaba a pocos días de la Maratón de Chicago y me preocupaba que los 42,195 km me perjudicaran hasta la posibilidad de desarrollar una fascitis plantar. Cosas de los maratonianos. Las semanas previas a una maratón agudizamos nuestros sentidos y somos capaces de detectar y despertar cualquier pequeño dolor, cualquier pequeña molestia y normalmente, exagerarla. Es un fenómeno bien conocido y solemos llamarlo (sic) “las cagaleras de la muerte”. Pero me hice una radiografía, y la calcificación estaba ahí. Como quedaba poco para la maratón y el entrenamiento ya estaba hecho, decidí bajar un poco más de lo normal la intensidad de los entrenamientos para llegar a Chicago lo más entero posible.

El sábado antes de la semana de la maratón estuve dando una charla sobre la Maratón de NY, charla que me ayudó a canalizar los nervios que se empiezan a sentir antes de una maratón grande y el domingo empecé a preparar mis cosas. Cuando hay un vuelo internacional de por medio, conviene llevar todo lo imprescindible para la carrera (zapatillas, camiseta, pantalón, calcetines, gps, tiritas cubre pezones, imperdibles, gorra, gafas, vaselina, geles,…) en el equipaje de mano. Si te pierden la maleta con todo dentro la faena es monumental. Con meticulosidad, disfrutando de cada cosa, fui seleccionando y metiendo en una mochila de viaje cada una de las prendas, de los objetos. Fui tachando línea por línea cada una las cosas imprescindibles que iba a necesitar. Preparé mis dólares y mi pasaporte, así como toda la información del hotel, el avión y la inscripción. Repasé como llegar a la feria del corredor.

El lunes de la semana del maratón, cuando llegaba a la Universidad, circulando con mi moto a muy poca velocidad y casi viendo la barrera del parking, el coche de delante frenó de forma súbita. Perdí  la atención un segundo, lo suficiente para no poder esquivarlo. En ese instante que luego recuerdas  durante horas y días, traté de evitar el choque, pero me encontré con el coche de delante. Noté un dolor infinito a la altura de la rodilla izquierda, como si me estallara, al tiempo que la parte frontal de la moto se hacía añicos. Y me caí. Y lo primero que me vino a la cabeza fue la Maratón de Chicago. ¿Cómo somos así los que corremos?. Podía tener huesos rotos, daños en la cabeza, rozaduras,…, pero lo único que me vino a la cabeza fue la Maratón de Chicago. De repente pasaron por mi mente los cientos de kilómetros que hice para prepararla, las tiradas largas, los madrugones para entrenar,…
Muy dolorido me levanté y después de comprobar que mi problema era “solo la rodilla”, planté el pie en el suelo y comprobé que podía andar sin dolor extra. “Fantástico, a lo mejor aun puedo correr”, fue lo siguiente que pensé. A mi alrededor ya había numerosas personas muy preocupadas por mi estado, incluyendo dos policías municipales y en seguida sanitarios del SAMUR. “¿Pero cómo se ha quitado el casco?” me dijo uno de ellos.¡Pero que insensatos nos volvemos!.

De allí me llevaron a urgencias, donde comprobaron que mis cervicales estaban bien. Como podía mover la rodilla en todas las direcciones y la hinchazón no era aun muy grande, me mandaron a casa con instrucciones de un ibuprofeno cada ocho horas y hielo. Como andar podía andar, anduve. Andando sentía y pensaba que si después del accidente podía andar, pasados unos días podría correr…

Pasadas unas horas la rodilla creció de tamaño, al tiempo que el dolor también crecía. Por la noche el volumen casi triplicaba el de la rodilla sana y el dolor era insoportable. Una vez en urgencias al día siguiente, el primer pronostico (ecografía) era de rotura parcial del tendón y musculo del cuádriceps. Y el mundo se vino abajo. La predicción de meses de inmovilidad, y sobre todo, que la Maratón de Chicago iba a tener que esperar. En aquel segundo de indecisión tiré por el desagüe no solo una carrera soñada, sino planes profesionales,  otras aficiones (participo en un grupo de teatro con el que íbamos a estrenar en noviembre, también después de meses de trabajo),…

Hoy, doce días después del accidente, me puedo considerar afortunado. Me operaron la rodilla y vieron que el tendón no estaba dañado, por lo que el diagnóstico mejoró sustancialmente y las previsiones de recuperación mejoraron. Y pudo ser mucho peor, siempre puede ser peor. Tengo suerte porque tengo una esperanza de mejoría.

En este mismo blog escribí hace poco: “las maratones se empiezan a correr mucho antes del día D”. No sabía cuanta razón tenía y cuanto me va a costar llegar al corral B de la maratón de Chicago.

Maratones que he corrido

  • Maratón de Madrid: 2004 (3h 58m), 2005(3h 56m 42s), 2006(4h 15m 34s), 2007 (4h 06m 49s), 2009 (3h 40m 20s), 2012 (3h 19m 36s), 2013 (3h 13m 59s), 2014 (3h 40m 58s), 2015 (3h 19m 33s), 2017 (3h 58m 12s), 2018 (3h 45m 4s), 2019 (4h 6m), 2021 (4h 11m 56s), 2022 (4h 8m), 2023 (4h 11m 51s)
  • Maratón de Donosti: 2007 (4h 4m 52s), 2017 (3h 38m 40s)
  • Maratón de Toral de los Vados: 2008 (4h 11 m 16s)
  • Maratón de Marrakech: 2009 (3h 58m 4s)
  • Maratón de Oporto: 2009 (3h 30m 34s)
  • Maratón de Zaragoza: 2009 (3h 56m 32s)
  • Maratón de Sevilla: 2010 (3h 47m 27s), 2019 (3h 50m 13s)
  • Maratón de Boston: 2010 (3h 29m)
  • Maratón de Nueva York: 2010 (3h 28m 38s), 2019 (3h 55m 38s)
  • Maratón de Málaga: 2010 (3h 52m 16s)
  • Maratón de París: 2011 (3h 29m 43s)
  • Maratón de Berlín: 2011 (3h 23m 28s), 2022 (4h 5m 40s)
  • Maratón de Castellón: 2011 (3h 20m 14s)
  • Maratón Misteriosa (Tres Casas, Segovia), 2013 (3h 54m)
  • Maratón de Chicago: 2013 (3h 25m 37s)
  • Maratón de Londres: 2014 (3h 27m 58s), 2016 (4h 1m 18s)
  • Maratón de Amsterdam: 2014 (3h 28m 6s)
  • Maratón de Lisboa: 2015 (3h 34m 56s)
  • Maratón de Valencia: 2016 (3h 40m 32s)
  • Maratón de Tokio: 2017 (3h 39m 38s)
  • Maratón nocturna de Bilbao: 2018 (3h 44m 32s)
  • Maratón de Valdebebas: 2020 (4h 01m 49s), 2021 (4h 20 min.)
  • Maratón de Polvoranca: 2021 (4h 39m 25s)

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